Desde hace pocos años se habla del emprendimiento como actor importante del
crecimiento económico de un país.
Hoy quiero escribir de este tema, ya que además de lo seductor que es como concepto, ha estado muy presente en estos últimos días desde que el
ministro de hacienda lanzara el
“Plan Chile Invierte”.
Hay analistas que dicen que por cada nuevo emprendimiento se cubren 4 ó 5 plazas de trabajo, naturalmente que esto es un promedio, ya que como sabemos, puede haber una persona que cree una empresa y necesite contratar a 20 personas, como también puede nacer otra que solo necesite contratar una.
Si lo pensamos bien, esto tiene su cierta lógica, en Chile las
Mypymes aportan con el 80% de la fuerza laboral y si queremos combatir en gran parte el
desempleo, uno de los grandes conceptos a considerar es el
emprendimiento.
Incluso podríamos discutir de la eficiencia de los factores productivos, mi opinión es que por naturaleza, cada
emprendedor satisface sus necesidades profesionales al momento de emprender, por ahí hay excepciones, pero ni siquiera eso es un tema relevante.
Para no alejarnos del tema, también es prudente señalar que no todos los emprendedores son empresarios y no todos los empresarios son emprendedores. Y esto, toma una vital importancia, ya que los emprendedores sociales o los agentes de transformación cultural, vigorizan la sociedad promoviendo de herramientas y habilidades necesarias para sacar a un grupo determinado de personas de la marginalidad, desempleo, baja autoestima, etc., etc.
Entonces, promover el desafío de emprender en una sociedad que está sumergida en el estado de ánimo quejumbroso, donde hemos cultivado la mala costumbre de echarle la culpa a los demás, siempre participando solo de espectador, sin hacernos cargo de nuestro futuro y del de nuestros hijos, es sin duda un desafío de grandes proporciones, es un gran medio como crecimiento y desarrollo económico y como transformador de una cultura muchas veces aletargada donde deja que los otros decidan por uno.
En definitiva, quise compartir con ustedes uno de los conceptos fundacionales del proyecto
“Tejedores”. Mirando el emprendimiento desde dos aristas; Primero, como un aporte fundamental de crecimiento y desarrollo económico vital para Chile, gatillando un mejoramiento de la democracia y una sociedad con igualdad de oportunidades, donde la repartición del ingreso sea mas equitativa y por otro lado, mirando el emprendimiento como un agente fundamental de transformación cultural, donde podamos vivir y convivir en una sociedad mas justa y sobre todo solidaria.